Para el ejercicio de la caza mayor en cualquiera de las modalidades que han de ser desarrolladas
con perros, las rehalas, o recovas, traíllas, o jaurías, son la
principal base sobre la que se deposita el éxito o el fracaso de la actividad venatoria.
Los perros de caza empleados han de ser de varias condiciones y
diferentes actitudes, además, de estar sometidos, bajo la consideración del rehalero, a una serie
de gustos en los que intervendrán las distintas razas de perros ateniéndose al lugar geográfico
donde se va a practicar la cacería.
Aparte de esto, una buena rehala ha de estar conformada básicamente por
los mismos tipos de canes, ya que serán estos los que hagan el trabajo desde que la suelta se
produce. Todos tienen una misión concreta, y entre todos han de rastrear, perseguir,
acorralar y poner en suerte al animal a tiro de los puestos de los monteros, o
atrapar la pieza levantada por los primeros perros que han encontrado el rastro.
De ahí, que los perros de una rehala deban significarse por una serie de
virtudes o características: ser rastreadores, perseguidores y/o captores de la presa.
Perros de caza mayor olfateadores
Aún siendo soltados todos a la vez, son los perros de caza mayor olfateadores
los dedicados a buscar las pistas de los ciervos, muflones, gamos o de los
jabalíes
que se encuentren en la mancha, para posteriormente, una vez encontrado el rastro, con sus ladridos
llamar al resto de la recova que se lanzará en persecución de la presa levantada por estos animales
de proverbial olfato.
Así pues, los perros de caza con más olfato y que son los que han de darle la
pista a los demás, son los sabuesos, les seguirán los podencos grandes.
Como perros de rastro, la palma se la llevan los sabuesos y los grifones, si
bien, existen otras razas que pueden hacer también ese trabajo, pero menos utilizadas. El sabueso
se podría decir que para el
jabalí,
es menos arrojado, si bien tiene más vientos que el grifón y un latido más sofisticado y atractivo
a decir de los perreros, rehaleros o recoveros. Por su parte, este último, el grifón, es un animal
duro, como su pelo, que se mueve muy bien por los montes cerrados y espesuras, al igual que por
barrancos. Es fuerte, y no se achica a la hora de encararse con el marrano, y menos con los
ciervos.
Perros de caza mayor perseguidores
Tras ser llamados por los perros olfateadores, los perros de caza mayor
perseguidores saldrán a su encuentro siendo los podencos, primero, y los alanos,
dogos argentinos, buldog y mastines, después los que correrán tras la pieza
para darle caza.
Perros de caza mayor de presa o agarre
Por último, los perros de caza mayor de agarre o presa como su propio nombre
indica son los perros que inmovilizaran a la presa. Los mejores perros de presa para caza mayor son
los alanos, mastines o el dogo argentino.
Por otro lado, el abanico de perros de presa o agarre, se abre mucho. Como
anteriormente se ha dicho, dependiendo de la geografía se utilizan más un tipo de perros que otros.
Los podencos grandes, incluso los ibicencos, los mastines, el dogo argentino o el alano con toda la
serie de cruces que se pueden dar entre ellos, son unos magníficos perros de agarre capaces, no
solamente de parar al más fiero jabalí, sino de matarlo con sus propias mandíbulas a base de
arriesgar sus vidas entrándole al macareno aculado. |